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Mostrando entradas de abril 20, 2008

El cine Ribalta

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El cine Ribalta, el querido cine de barrio. Cuantas veces hemos visto al bueno matar al malo, cuantas veces los espadachines han cruzado sus espadas en su salón que olía a tortilla y humanidad. Ahora los niños tienen las Wii y juegos en tres dimensiones pero... todo esto ya estaba inventado y nosotros lo teníamos en el Ribaltilla. Cuando los caballos trotaban por la pradera, todo el cine trotaba, los niños saltábamos en nuestros asientos al paso del caballo y cuando el monstruo movía sus palpos viscosos, nosotros los notábamos deslizarse por debajo de nuestros asientos. Pero, no preocuparse, nunca pasaba nada porque estábamos con mamá y nunca podría pasarnos nada estando cerca de su aura protectora. Por las noches, en el Ribalta se juntaban los mil olores de las cenas que, a falta de televisión, la gente se llevaba al cine. Podías ver a Burt Lancaster en medio de la selva y entre los chillidos de los monos y los rugidos de los leones, oías él agudo sorber de la salsa de los caracoles. ...

El Coloso

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Era alto, inmenso, esbelto, era un eucaliptus bellísimo. Estaba en el patio del colegio, nos daba sombra y nuestras madres recogían sus hojas para ponerlas a hervir y perfumar la casa. ¡A cuantos niños habrá observado desde su cúpula mayestática!. Cuantos "corros del chirimbolo", cuantas veces nos habremos arrimado a el para taparnos los ojos y contar veinticinco mientras nuestros amigos se escondían. Desde la galería de mi casa parecía que ocupaba todo el horizonte y de vez en cuando nos llegaba el intenso perfume de sus hojas que competía, en invierno, con el maravilloso perfume del azahar que nos llegaba de los campos. Estaba en el colegio de las chicas, nosotros los chicos, ocupábamos otro patio y no gozábamos tan a menudo de su protectora presencia. En este colegio aprendimos a leer, yo con Don Itropio (palabra de honor que se llamaba así). Recuerdo que teníamos unos pupitres en los que había un pequeño recipiente con la tinta. Entonces, todavía no estaba de moda el bolí...