El Tranvieret

Mis dos hermanas eran muy guapas. No es que yo las viera guapas, ¡eran guapas!. Yo lo sabía por la cantidad de chicos que las cortejaban. Sobre todo a la pequeña, porque la mayor, al llevarme catorce años, yo la he conocido siempre, o con su novio Angel o casada. Verdaderamente yo no recuerdo cual de mis dos hermanas le gustaba al “tranvieret”. Pero que le gustaba era un hecho ya que lo demostraba de una manera estrepitosa cuando pasaba por el frente de mi casa. Entonces, los tranvías eran básicamente unas ruedas encajadas en unos railes, la estructura del tranvía de madera y un trole con una rueda que encajaba en un tendido eléctrico que unos postes mantenían tirante sobre las vías. Había dos personas que llevaban estos vehículos, el cobrador, que estaba en la parte de atrás, que era por donde se subía y él más importante, el conductor. En realidad, la tarea del conductor era muy sencilla. Se limitaba a girar una manivela que hacía que el motor eléctrico girara a mayor o menor velocid...